domingo, 1 de enero de 2017

Toledo en el siglo XIX, el ocaso del Imperio Español (I)

Durante el siglo XIX, llega el final del Imperio Español. El país ve destruido el territorio peninsular durante la Guerra de la Independencia contra Francia (1808-1814) y pierde las colonias americanas y asiáticas en diferentes conflictos bélicos a lo largo del siglo: el territorio continental americano bajo pabellón español y la que luego sería República Dominicana en la isla antillana de La Española, en sucesivos episodios independentistas que abarcaron de 1808 a 1824; las islas de Cuba y Puerto Rico, en América, y las islas Filipinas e isla de Guam, en Asia, tras la Guerra contra los Estados Unidos en 1898; las islas Carolinas, Marianas y Palaos, vendidas a Alemania en 1899, al no tener ya flota que pudiera defenderlas. 

Combate además en otras cuatro guerras: la del Pacífico contra Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, entre 1865 y 1866; y las tres Guerras Carlistas de 1833 a 1840, de 1846 a 1849 y de 1872 a 1876. A todo ello hay que sumarle algunas expediciones militares en el exterior, decenas de pronunciamientos militares en el interior y enfrentamientos entre absolutistas y liberales.


 La Revolución de 1868 destrona a Isabel II como reina e instaura una monarquía constitucional en la persona de Amadeo I de Saboya, quien a los tres años abdica ante el casi nulo apoyo de la sociedad española. Se proclama entonces la I República Española, que sólo durará de 1873 a 1874, tras lo cual volverá el país a ser una monarquía bajo el reinado Alfonso XII, hijo de Isabel II.

Toledo no es ajeno a un siglo tan desastroso que comienza para la ciudad con los peores augurios al sufrir graves daños y destrucciones durante la Guerra de la Independencia y la posterior ruina económica del país. Las desamortizaciones2 traen consigo el cierre de conventos e iglesias, siendo expulsados en ocasiones los religiosos. Sin embargo, al terminar el siglo, la ciudad ha tenido un claro desarrollo con la llegada del ferrocarril en 1858, la instalación de diversas centrales eléctricas a lo largo del río Tajo, el asentamiento de algunas instituciones de enseñanza militares y la incipiente llegada de visitantes, consiguiendo así una sensible mejora económica.

La Ermita de San Roque, formada por una sola nave, está situada en el barrio de San Antón. El nombre del barrio proviene del Hospital de San Antón, fundado en 1316 por Don Gonzalo Ruiz de Toledo, Señor de Orgaz, y hoy ya inexistente.

Durante la Guerra de la Independencia, se destruyó la anterior ermita, construida en el siglo XVII o en el XVIII, quizás en algún momento de brote de peste, de ahí la devoción a San Roque, abogado de dicha enfermedad. Se reconstruyó en 1857 como templo de una sola nave, sirviendo durante el siglo XX como centro en la creación del nuevo barrio de San Antón al ir construyéndose a su alrededor diversas viviendas.

Localización: Plaza de San Antón.

El antiguo Hotel Castilla, hoy Tesorería General de la Seguridad Social en Toledo, se edificó en el solar donde habían estado el convento y la iglesia conventual de los Agustinos Recoletos, quienes tras la Desamortización de Mendizábal3 se vieron expulsados de estas dependencias, siendo vendidas a José Safont por 42.000 reales4, y adquiridos posteriormente por Francisco Ruano, quien los convirtió en fábrica de fideos. 


Tras las demoliciones de 1879, se construye el edificio hoy existente, inaugurado como Hotel Castilla en 1891, siendo uno de los pocos establecimientos de cinco estrellas presentes en la España de entonces. 


La iniciativa para su construcción la atribuye el escritor canario Benito Pérez Galdós al Marqués de Castrillo, Juan José Fernández de Villavicencio. En 1948, el Instituto Nacional de la Previsión (INP) adquiere el inmueble, instalando en él su Dirección Provincial, pasando en 1978, tras la desaparición del INP, a ser propiedad de la Seguridad Social.

El edificio resultante hoy es un conjunto de cuatro edificios diferentes procedentes de distintas épocas, adaptados en 1995 a su función actual como modernas oficinas, destacando el antiguo hotel con su fachada exterior en estilo neomudéjar y el interior en estilo neoclásico.

Localización: Plaza de San Agustín, 3.

El Teatro de Rojas tiene su origen en el "Mesón de la Fruta", un almacén mandado construir por la ciudad en 1576 y que tenía unas dimensiones que permitía en ciertas fechas, como las fiestas de la Virgen, Navidad o Semana Santa, representar en él diversas comedias. En 1606, se sustituyó dicho mesón por un "Corral de Comedias" construido por el arquitecto Jorge Manuel Theotocópuli, hijo del pintor Domenikos Theotocópoulos "El Greco". 

Este corral de comedias era muy parecido al que hoy se conserva en la ciudad de Almagro y permaneció con diversas modificaciones hasta 1866, año en que comenzó su derribo para ser sustituido por el actual edificio. Se inauguró el 19 de octubre de 1879 con el drama "García del Castañar o del Rey abajo ninguno", la obra más célebre de Francisco de Rojas Zorrilla (1607-1648), dramaturgo que da nombre al edificio. Restaurado en 1987, destaca la belleza de su interior y el espectacular telón de boca5.

Ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

http://www.unaventanadesdemadrid.com/toledo-ix.html

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