lunes, 18 de enero de 2016

Almaguer en la Reconquista (la repoblación)

A mediados del siglo XII, las nuevas victorias cristianas fruto del declive almorávide, sumieron en el pánico a muchos reyezuelos musulmanes que se vieron en la necesidad de pedir auxilio a otros correligionarios bereberes procedentes del Atlas marroquí: Los Almohades. 

Estos estrictos cumplidores de la religión islámica, se hicieron rápidamente con el control de Al-Ándalus e infligieron al rey Alfonso VIII una grave derrota en Alarcos (1195) que a punto estuvo de costarle la vida. Con ese gran descalabro, la franja del sur del Tajo pasó de nuevo a ser zona de frontera y por tanto fuertemente conflictiva, aunque desconocemos si Almaguer llegó a caer de nuevo en manos musulmanas.



Humillado en lo más profundo de su alma, el Rey Alfonso VIII tramó su venganza convocando a los reyes de Aragón y Navarra a una gran cruzada, con la venia del papa Calixto III. 

TERRITORIOS APROXIMADOS DEL 
ALFOZ DE ALMAGUER Y SUS ALDEAS

El formidable ejército reunido, al que se unieron las fuerzas de las órdenes militares, las del arzobispado de Toledo y las de los francos venidos del otro lado de los pirineos, se enfrentó el 16 de julio de 1212 al ejército almohade en la famosa batalla de las Navas de Tolosa. 

La gran victoria cristiana supuso el declive de los almohades y el principio del fin de Al-Ándalus.

Apaciguadas ya definitivamente estas tierras, el rey Alfonso VIII y su esposa Leonor Plantagenet, hermana del rey Ricardo Corazón de León y condesa de Gascuña, (que aportó muchos Gascos o Gascones a la batalla de las Navas) comenzaron un proceso repoblador, repartiendo los territorios ganados a los musulmanes entre las fuerzas que les habían ayudado, es decir: entre las órdenes militares y el arzobispado de Toledo.

El afán de los nuevos señores por obtener el mayor número y la mejor calidad de las tierras, llevaron de nuevo a nuestra población a ser disputada, si bien en esta ocasión por los cristianos. 

Fue por ello que en 1237 se tuvieron que establecer acuerdos para fijar los límites entre la Orden de Santiago (con sede en Uclés) y la de San Juan (con sede en Consuegra) quedándose la de Santiago con Almaguer y Criptana y la de San Juan con Villacañas y Quero. El Arzobispado de Toledo, por su parte, también consiguió su trozo del pastel extendiendo sus posesiones hasta la villa de Lillo, que pasó a ser de su propiedad tras el acuerdo con la Orden de Santiago del año 1241.


MAPA DEL GOBIERNO DE OCAÑA EN 1780 DONDE AÚN APARECE MARCADA LA VARA DE ALMAGUER SIN EL “CORRAL DE”
Quedó de esta manera Almaguer, como cabeza y motor económico de un extenso territorio o alfoz que abarcaba numerosas aldeas: desde Añador, Magaceda y Chozas que formarían el futuro Villamayor de Santiago, pasando por Alcardet y Gúzquez, que formarían Villanueva de Alcardete, hasta la Puebla de la Isla que pasará a denominarse Puebla de don Fadrique, junto a Almuradiel que se refundará como Puebla de Almoradiel, y las aldeas de Villalobillos, Bonache, Aloyón, Montealegre, Escorchón y Testillos que, junto con la Cabezamesada, completarán el círculo. 



La principal prueba de esa capitalidad de Almaguer y esa pujanza económica, fue la celebración en su iglesia del Capítulo General de la Orden de Santiago del año 1253. Celebración que, dada la afluencia de comendadores, caballeros, priores y gente a su servicio, necesitaba obviamente de ciertas infraestructuras para poderse llevar a cabo. Infraestructuras que sólo las villas de cierto tamaño y entidad económica poseían en aquellos tiempos.

Rufino Rojo García-Lajara
http://somoscorraldealmaguer.com/category/historia/

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