domingo, 6 de diciembre de 2015

Historia de Arcicollar: Población y economía

Población y economía

En el siglo XVI el Gobierno de Arcicóllar estaba constituido por un alcalde ordinario, dos regidores, un alguacil, un alcalde de la Hermandad, un cuadrillero y un escribano, elegidos por la Justicia de Toledo cada año, previamente nombrados por el pueblo doblados los oficios.

Pertenecía en lo eclesiástico al arzobispado de Toledo y al arciprestazgo de Rodillas, con judicatura en la Real Chancillería de Valladolid, que era el tribunal supremo de apelación de las sentencias dictadas por la Justicia local.

En el año 1576 se cuentan unos ochenta vecinos. La mayor parte pobres y labradores pecheros que viven de sus labranzas en tierras de renta que pagan por ellas. El Pósito y Monte de Piedad creado por Alonso de Villaseca a su regreso a España por el año 1545, sirve para paliar en lo que cabe las necesidades de los arcicolleros más necesitados. Para lo cual destinó mil ducados para comprar trigo y se repartiese entre los labradores pobres para sembrar, y el resto se vendiera como pan cocido, dos maravedíes menos del precio común en los años necesitados, dejando por patronos al cura y al alcalde.

El arroyo Cantalgallo propicia en su recorrido por el término la labranza de "pan" y vino. Las tierras de trigo y centeno para el consumo humano y la cebada y avena para el ganado. En 1576 los diezmos del pan valían alrededor de 30 cahíces, estando exentas del pago de impuestos las propiedades de la Iglesia Mayor de Toledo, que incluía la mayor parte de las zonas labrantías.

Además de las tierras del término, la jurisdicción abarcaba los anexos de Camarenilla, con labranza de hasta una docena de labradores, Hernán Miguel, las Serolas, Belvís y los Álamos, con una casa y pajares, del dominio de la Iglesia de Arcicóllar.

Abundaba la leña, especialmente de retama, almendro y encina, y se criaban conejos y liebres, y algunos lobos y zorros.

En el cercano señorío de Buzarabajo se contaban como diez casas de labradores y una casa fuerte, propiedad de Juan Gaytán, destacado comunero entre 1520-1522.

Las viviendas comúnmente eran de tapia de hormigón por fuera, de la tierra, y rafas de ladrillo y piedra, siendo los materiales donde era piedra, cal, yeso y madera, traídos de fuera ya que lo demás, como teja y ladrillo, era de fabricación local.

Se veneraba la Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel, votada Patrona de Arcicóllar como remedio para la peste. También tenían elegida la fiesta de San Agustín por el pulgón, y San Blas por devoto de las gargantas, yendo en procesión a la ermita situada en las afueras del pueblo. San Sebastián era honrado por su cofradía. En la fiesta de la Santa Cruz de Mayo se iba en procesión a Camarenilla, y el día de San Benito a Buzarabajo.

Nuestra vecina es fiel representante de la población arcicollera de principios del siglo XX.

Las viviendas son simples refugios contra las inclemencias del tiempo.

Entre los años 1712 y 1725 la población oscilaba alrededor de los cincuenta y dos habitantes, calculándose entre treinta y cinco y cuarenta en 1752.

La sociedad sigue respondiendo principalmente a la economía tradicional agraria: labradores, criados y, sobre todo, desprotegidos jornaleros. En 1787 se registran un cirujano, herrero, carretero, arriero y cuarenta jornaleros.

El término se compone de tierras de secano, un monte de encinas, cuatro huertas para hortaliza regadas con pozos y norias próximas al Cantalgallo en cuyo margen hay una alameda, viñas y olivas; y dos prados de los que uno sirve para pastar los ganados de los vecinos y el otro pertenece al cabildo de la Iglesia de Toledo y sirve para pasto de ganados de los arrendados de las posesiones pertenecientes a la Iglesia.

Predominan los plantados de viñas y olivas muchas veces compartiendo la misma parcela, a los que se suman ocasionalmente álamos en la tierra de buena calidad y encinas en la de mediana. Los frutos que se cogen son trigo, cebada, centeno, algarrobas, avena, aceitunas, bellotas, además de cera y miel de las treinta y cuatro colmenas contabilizadas en 1752.

La cría de ganados corresponde a los destinados para labor: mulas, caballos, yeguas, jumentos; y de consumo: cerdos, ovejas, carneros y aves de corral.

Las Tierras del término no tienen otros derechos impuestos sobre sí que los diezmos y primicias de los frutos que en ellas se cogen que es de cada diez partes, una, en los que son interesados el Rey por su parte de excusado y el cabildo de la Catedral de Toledo, por las tierras que tienen en propiedad. El empleo y las rentas pertenecen a S. Majestad, salvo las alcabalas que son de la villa, adquiridas por compra al Conde de Villafranca y Gaytán de quien eran propias.

A la Marquesa de Santa Cruz se la regala doscientos sesenta reales sin que tenga otros derechos por razón de señorío.

Arcicóllar siempre fue un pueblo dedicado esencialmente a la agricultura, principalmente de cereales y viñedos. Las primeras fuentes escritas ya nos hablan de "tierras de pan y vino", productos que fueron la base de la economía arcicollera.

Durante la Guerra de la Independencia el sector agrario y ganadero sufrió un enorme coste que tuvo que soportar las cargas tanto de españoles como de invasores. Con el paso napoleónico en 1809 por la villa, con el rey Bonaparte al frente, se documentan en el archivo municipal los suministros realizados por Arcicóllar para las tropas francesas de Bargas, Casarrubios, Toledo, Portillo, Puebla de Montalbán, Rielves, Méntrida, Fuensalida, Olías, Torrijos, Novés, Valmojado, Huecas, Barcience, Mocejón y Chozas de Canales.

Para el ejército español y guerrillas se detallan recibos de la Junta Gubernativa del Reino de Toledo, para las tropas de las inmediaciones de Talavera, partida de Gabriel de Rojas, escuadrón de Juan Palarea "el Médico", partida de Felipe Zarazuelo, Comisión del Gobierno para las provincias de Toledo y Madrid, y otros guerrilleros.

Doña Eusebia Roncero. Natural de San Román de los Montes, vino a Arcicóllar en el año 1890 para tomar el cargo de Maestra en propiedad de la Escuela Pública de niños y niñas el día 22 de mayo. Se convirtió en una de las personalidades más entrañables y queridas, mereciendo el reconocimiento de todos los arcicolleros, y quedando su recuerdo grabado en la placa que da nombre a la calle que desde la plaza va a la Solana. Se certifica su defunción el día 9 de diciembre de 1930.

Ya en el siglo XVI se data la abundancia de conejos y liebres en nuestros campos, permitiéndose su caza actualmente incluso para el descaste. La caza de la perdiz es privativa para buenos bolsillos, siendo reservada para la modalidad de "ojeo".

Quiero terminar con el deseo de que estos breves apuntes hayan servido para arrojar cierta luz a algunas de las preguntas que seguramente alguna vez os habréis hecho sobre los acontecimientos en nuestra villa desde sus orígenes, como yo también me lo he preguntado.

Resumir la Historia de un pueblo en cuatro páginas no resulta tarea excesivamente fácil, por lo que aprovecho para ponerme encantado a disposición de quien lo desee para darle a conocer todo lo que estuviere en mis manos.

Pablo Gómez Salazar
http://www.arcicollar.com/Historia.html

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