sábado, 29 de noviembre de 2014

¿ Bargas, Colonia Judía ?


A pocos kilómetros de la Imperial Ciudad existe un pueblo que se singulariza por su modo de ser, de los demás que le rodean, y cuyos habitantes son objeto de la mayor atención e interés no sólo por parte de los turistas, sino hasta por los mismos toledanos, no obstante hallarse en continua relación con aquél.

Es bien extraño que dicho público no haya tenido un cronista que se ocupara de escudriñar cuanto se relaciona con su origen y desenvolvimiento. 

Lo Poco que se ha escrito acerca del puehlo de Bargas, que es al que nos referimos, no ha salido de los límites de artículos de fantasía, descripción de la fiesta religiosa que se celebra en los últimos días de septiembre y alguno que otro cuadro en su aspecto pintoresco. 

Nada de cuanto atañe a su historia, en lo que esta rama del saber significa, exponiendo las vicisitudes de su vida en su doble faceta interna y externa.

Por lo pronto, sólo podemos contar, como elemento para enjuiciar el asunto, que la simple observación y las hipótesis; no entendiendo por éstas el supuesto que se apoya en la fantasía, a veces, y, en ocasiones, en el sofisma, sino el que descansa en buena lógica; la hipótesis que surge por natural inducción, después de examinados serenamente los hechos.


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La supervivencia de la tradición plasmada en sus hábitos, costumbres, modismos, indumentaria y otros pormenores que atañen a su estado social, y las características que distingue a este pueblo de los demás de la provincia; y acrecienta, al propio tiempo, el afán de cuantos dedican sus estudios a la ciencia sociológica y cultivan el folklore.

De momento llaman la atención del observador los rasgos fisonómicos del tipo bargueño, que estimulan a aventurar la afirmación de que se trata de un pueblo de origen semita: sus ojos negros, rasgados, propiamente orientales, velados por largas pestañas, que guardan ritmo con caras redondas, de color trigueño;la mujer, además, se distingue por su garbo y pudor arisco, grada en el lenguaje, dulzura y cierto asomo de fiereza cual los hijos del desierto; cubren su cabeza con la falda que llaman cobijo, a modo de alquicel, asomando un triángulo de su cara, como acostumbran los moros y judíos. 

Su traje es verdaderamente típico; no es necesario describirlo, pues lo tenemos a la vista en las muchas sirvientes que residen en nuestra ciudad, y son la mejor prueba de que en ellas perdura la tradición de su linaje; pues a pesar del continuo trato y roce que mantienen con sus compañeras de profesión, que son de Toledo o de otros puntos, no se han contaminado con los atavíos que hoy luce la grey doméstica, declarando aquéllas que son criadas y no quieren se las confunda con las señoritas; ante todo, dicen, son bargueñas. 

En cuanto a su carácter industrial y mercantil, se observa también una gran semejanza con la raza hebrea. Es gente muy experta en el arte de comprar y vender; trafican en todo: son ladinos, zalameros y con su especial gracejo y artificioso agrado saben captarse la voluntad de los compradores; aunque en su honor hay que subrayar que son muy laboriosos. 

Mientras los hombres se dedican a las labores del rampo y oficios análogos, sus mujeres vienen a Toledo y pueblos próximos con los objetos del tráfico, desafiando las inclemencias del tiempo, y con gran presteza recorren los nueve kilómetros que les separa de la capital

Por regla general, en sus cruzamientos no se registran elementos extraños; así se explica la perpetuidad de la tradición, conservando los rasgos y caracteres de la raza, digámoslo así. 

Viven tan apegados a su terruño, que prefieren la estrechez de sus viviendas a la holgura que les brindan importantes lugares y villas de la provincia.

¿Qué se pretende, en vista de las anteriores consideraciones, afirmar que el pueblo de Bargas desciende de una colonia judía?


 Hasta ahora no disponemos de otros elementos de juicio, que los ya expuestos más arriba. La arqueología y etnología podrían orientarnos hacia una solución verdadera.

La investigación detenida de las viviendas, a mpliada por los alrededores, pudiera ilustrarnos mucho, si tuviesemos la suerte de hallar vestigios arqueológicos.

En el Museo provincial existe una lápida sepulcral hebrea, procedente del lugar denominado dehesa de Darrayel, que dista poco del término de Bargas; este objeto arqueológico es buen indicio, y bien pudiera ser el primer jalón en el camino de nuestras investigaciones. 

Tal vez, los archivos parroquial y del Ayuntamiento puedan facilitarnos también datos de algún interés.

Hasta el presente no tenemos fuentes seguras de conocimiento acerca del problema que pretendemos resolver, el cual encierra varias incógnitas.

¿De dónde proviene el nombre del pueblo? ¿Pudiera provenir del nombre del sei\or de quien sería feudatario? ¿Qué antigiledild cuenta tal núcleo de población?

¿Podrá tener su origen como consecuencia del decreto de expulsión, acogiéndose, en calidad de converso, al privilegio de indemnidad formando un núcleo de población? 


La meritísima obra de mi inolvidable maestro, D. José Amador de los Rios, titulada .Historia social, política y religiosa de los judíos de España y Portugal, se ocupa en uno de sus apéndices del «repartimiento  hecho a los judíos por Habhi Jacob Núñez, juez mayor de los judíos y físico del Rey
D. Enrique IV, de los servicios que las aljamas de sus reinos y señoríos han de dar a su señoría, en el afio 1464»: en tal repartimiento figuran una porción de pueblos de esta provincia, como Gálvez, Torrijos, Puebla de Montalbán, Escalona, Torre de Esteban Hambrán, Maqueda, Santa Olalla, Camarena, IlIescas,etc., y no aparece Bargas. 

¿Es que no existía o estaba exento de tributo? 

Si lograsemos esclarecer estos puntos, tendríamos resuelto el problema.

En las relaciones topográficas de los pueblos de Esparña, hecha de orden de Felipe II. se dice de Bargas lo siguiente: el lugar llamado antes Valdeolivas, situado en terreno enfermizo, se trasladó al sitio donde hoy está, tomando el nombre de Vargas. Se llama el lugar Vargas, porque donde está fundado tenía una casa Diego Pérez de Vargas, natural de Toledo.

 Son anejos a la parroquia de dicho lugar las dehesas de Serranos, Mejorada, Darrayel y otras.

No nos engrían las ilusiones, pero tampoco nos subyuguen las flaquezas ni e1 pesimismo.

Brindo estas líneas al claro entendimiento de mis compañeros, para que, con sus iniciativas, pueda la Academia ver coronados sus afanes en este asunto. Los esfuerzos que empleemos irán alentados por el esparcimiento de nuestro espíritu y de nuestros sentidos, en las excursiones que hayamos de practicar, como acontece cuando se va en busca de lo desconocido. No es labor de un día: las grandes
empresas requieren perseverancia y tenacidad. 

No perdamos de vista aquel sabio apotegma: "Guita cavat lapidem, non vi, sed soepe cadendo".

Teodoro de San Román


Fuente: http://www.realacademiatoledo.es/files/toletum/1042/07.pdf

En tiempos de los Visigodos: Influencia del problema Judio en la Sublevación del Duque Paulo ( y II )

Las medidas represivas se produjeron porque“Los judíos, según declaración del nuevo rey, lejos de haber manumitido o vendido en sazón los siervos cristianos; lejos de renunciar al proselitismo mosaico que arrebataba a la Iglesia no pocos fieles; lejos, en fin, de renunciar a todo consorcio con mujer cristiana,—merced a los disturbios que ensangrientan el reino visigodo a la muerte de Recaredo, — habían vuelto con mayor ahínco a sus antiguos hábitos y costumbres, no sin obtener también de la corona algunas donaciones y aun cargos públicos, de aquellos que por los PP. del Concilio les habían sido vedados.”[12]

Medidas que, parece, respondían a “las constantes denuncias de corrupción de nobles, obispos o sacerdotes pagados por judíos y su prohibición tanto en la legislación civil (LV., 12, 3, lO) como en la conciliar, han llevado a numerosos autores a considerar que fueron fundamentalmente comerciantes de medio o gran alcance, sobretodo de esclavos o mercancías.”[13]

Sisebuto “mandaba que fuesen restituidas a la corona todas las rentas, beneficios o donaciones, obtenidas con engaño de los reyes que le habían precedido: en cambio declaraba una y otra vez que los judíos conversos, no solo tenían la aptitud legal para heredar a sus mayores, sino que debían conservar íntegramente todos sus bienes, admitidos ya en la comunión católica.” [14]

Afirmaciones como la precedente vienen a señalar que, efectivamente, la legislación contra los judíos no era una legislación racista, sino una legislación tendente a cortar el poder de las oligarquías, entre las que evidentemente, la oligarquía judía jugaba un papel preponderante. Si sustituimos la palabra “judío” por la palabra “usurero”, o “sectario” obtendremos una legislación que ya no podrá ser catalogada de racista ni antisemita, y sin embargo será de aplicación a las mismas personas. El hecho de que se señale específicamente que los judíos conversos quedaban libres de esa ley parece prueba suficiente de lo afirmado.

“Los reyes visigodos gobernaron en un escenario en el cual la capacidad de dominación efectiva careció de estabilidad… batallas contra los vascones, astures, cántabros, suevos, francos, bizantinos y musulmanes, y del mismo modo, los levantamientos aristocráticos domésticos lograron quebrar el sistema de dominación regio, cuestionando así la legitimidad del monarca reinante, y produciendo un desgaste de energía y recursos por parte de la corona.”[15]

La monarquía visigoda se resquebrajaba; “el resentimiento de la nobleza y del obispado hacia el rey era muy grande, y a inicios del reinado de Recesvinto estalló una revuelta de grandes dimensiones que se extendió por el valle del Ebro. Protagonizada por exiliados (refugiae) tuvieron como jefe a Froya, contando con la colaboración de la gens vasconum que cayeron, según Tajón (sucesor de San Braulio), sobre las tierras del Valle Medio del Ebro y las devastaron, tomaron cautivos, saquearon iglesias, consiguieron un rico botín y pusieron sitio a Zaragoza. Chindasvinto sofocó la rebelión rápidamente rompiendo el cerco y dando muerte a Froya, con la ayuda de una nobleza que comenzaba a demandar y a exigir una revisión de las medidas tomadas por Chindasvinto,”[16] que había ejercido de rey con características de tirano.

Al ascender Recesvinto, fue convocado el Concilio VIII de Toledo el año 653, en que por primera vez las actas son firmadas por los nobles. En este concilio se amnistió a los replesaliados por Chindasvinto, a quienes se les devolvieron los bienes que les habían sido confiscados.

El Concilio VIII es abierto por Recesvinto el 16 de Noviembre de 691 (era hispánica, que comienza el año 38 a. C.), por lo que estamos hablando del año 653. En la apertura, si bien lo hace a título y potestad de rey, como venía sucediendo desde el III Concilio de Toledo, las expresiones utilizadas son efectuadas con sumisión a la voluntad del concilio. Así dice: “tomad lo escrito en este tomo, en donde podéis conocerlo leyéndolo repetidas veces; y todas aquellas cosas que a su tenor imprimió nuestra potestad, la gravedad de vuestra beatitud efectúe con tanta prontitud y misericordia, con cuanta la serenidad de nuestra mansedumbre os recomienda que las cumpláis.”[17] Esa misma sumisión al concilio sería asumida por Wamba cuando ocurrió la sublevación de Paulo y el rey se manifestó como primum inter pares.

Ese mismo espíritu, con ámbito más amplio se refleja en el preámbulo del IX concilio de Toledo, donde reza: “Pero como que es imposible que juzgue rectamente á los súbditos el que primero no se castiga á si mismo con la censura de la justicia, nos ha parecido apto y conveniente corregir ante todo nuestros excesos, y después pasar á enmendar los de los súbditos.”[18]

Recesvinto se llamaba en realidad Flavio Recesvinto.[19] En la inauguración del concilio señalaba que “denuncio la vida y costumbres de los judíos, de los cuales solos sé que por esta peste está profanada la tierra de mi mando; pues habiendo el Dios omnipotente exterminado de raíz todas las herejías de este reino, se sabe que solo ha quedado esta deshonra de sacrilegio, el que ó corregirá la instancia de nuestra devoción, ó perderá la venganza de su castigo,” [20]siendo que lo que pedía a Dios era que “me conceda obtener la conversión de los infieles”. [21]

Hace referencia a la sublevación de Froya: “No hace mucho tiempo que habiéndose movido una sedición tumultuosa por algunos tránsfugas, la que ha destruido con frecuencia la tierra, y ha escandalizado á los pueblos con graves pérdidas, de modo que no puede reducir ningún conato las bandas de cautivos, ni reparar las desolaciones de la tierra, que con tal peste se han originado, se nos exigió mas bien por la fuerza de la necesidad que por un juicio deliberado, que contra estos y otros semejantes, juráramos en unión de casi todo el pueblo su exterminio; y atendida la condición de semejante juramento hecho por el nombre divino no puede ser dispensado según la autoridad dé la Escritura, pues se lee en el Exodo: no tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano.” [22]

Pero hablan de más cuestiones. Primero tratan temas morales, considerando las malas actuaciones de los obispos y de los sacerdotes, donde hablan de “sus mugeres propias ó con la inmunda y execrable sociedad de otras.” [23]

De donde podemos entrever que el clero no era lo que podemos entender como ejemplar.

“Sobre la cuestión judía, Recesvinto recordaba en el discurso de apertura del concilio que el judaísmo era la única creencia sacrílega existente en el reino; el rey pedía a los padres conciliares que tratasen a judíos y renegados con severidad, recordando que había muchos conversos que renegaban del catolicismo después de ser bautizados.”[24]

Recordemos que, desde el 413, año en que Ataulfo llegó con sus visigodos a Hispania, el principal conflicto no había sido con el judaísmo, sino entre el arrianismo y el catolicismo. Todas las cicatrices eran arrianas o católicas. La cuestión judía se mantenía al margen. Finalmente, arrianos y católicos se fundieron en un abrazo en el catolicismo.

¿Por qué, entonces, las referencias que los concilios de Toledo hacen a los judíos?

Sobre esa cuestión, el doctor Ch. J. Hefele, “en la notable obra que bajo el titulo de El Cardenal Cisneros y la Iglesia española, etc., dio a luz en 1844, atribuye todo el odio que el pueblo español abriga y despliega contra el israelita, desde los tiempos mas remotos, al anhelo de proselitismo que aquel muestra y al espíritu de dominación que le aqueja; móviles de toda su vida que le hicieron siempre incompatible con la nación ibérica.”[25]

Insisto y remarco mi personal opinión sobre el asunto: No se trata del pueblo judío, sino de una oligarquía que nada tiene que ver, o sí, con la raza judía. Del mismo modo, quienes promulgan leyes previniéndose contra “los judíos”, son, en cierta medida, racialmente descendientes de judíos.

No sería el caso de Recesvinto, que realizó una importante labor jurídica, recopilando leyes en el conocido Liber Iudiciorum, que luego será conocido como Fuero Juzgo, pero desde luego si sería el caso de otras personas, colaboradoras suyas que, como Julián de Toledo, eran hijos de conversos judíos.

Para los cristianos, “Los judíos eran ingratos, díscolos, vanagloriosos, falsarios, pérfidos, hipócritas, contumaces y traidores, extremándose todos estos rasgos de su iniquidad en la incalificable tiranía, con que habían humillado a los cristianos, al verse levantados por reyes, príncipes o magnates al poder, las honras y las distinciones, en que aspiraron a ser respetados como ídolos. Sin número eran asimismo las acusaciones que contra ellos habían lanzado conversos y cristianos viejos. Partiendo de las fábulas de Nabucodonosor y de la suposición de sus antiquísimas colonias en el suelo de Iberia, asegurábase que los judíos españoles habían no solo aprobado sino aconsejado la muerte de Jesús, echando, como los de Jerusalem, sobre si y sobre sus hijos la sangre del Ungido.” [26]

¿Para qué cristianos?, ¿para los que no tenían sangre judía?, ¿o para todos, incluidos los conversos? Manifiestamente no se trata de un alegato racista, sino ideológico. Veamos cómo se reafirma este aserto; nótese en el canon referido a continuación cómo se hace especial referencia a “mientras permanezcan en la obstinación de su infidelidad”, en cuya expresión queda marcada la exactitud del castigo, no sobre una raza, sino sobre una actuación y sobre una voluntad de actuación.

El Canon VIII del XVII Concilio de Toledo, celebrado el año 694, señala: “se sabe que el pueblo judío fue salpicado con la feísima nota de sacrilegio, y manchado con el cruento derramamiento de la sangre de Cristo y la repetida profanación del juramento, del mismo modo que son numerosos sus crímenes, así también es necesario que lloren al haber incurrido en tan terribles castigos los que, mediante otros crímenes propios, no sólo pretendieron perturbar la seguridad de la Iglesia, sino que también se esforzaron con atrevimiento tiránico por arruinar a la patria y a todo el pueblo, de tal modo que gozosos por creer llegada ya su hora han causado diversos estragos entre los católicos… Y habiendo sabido esta nuestra asamblea con todo detalle este crimen infausto por sus mismas confesiones, decretamos que en fuerza de este nuestro decreto sufran un castigo irrevocable, a saber: 

Que según el mandato del piadosísimo y religiosísimo príncipe nuestro, el rey Egica,… privados de todos sus bienes y confiscadas todas sus cosas, aún la más mínima, tanto las mismas personas de los traidores, como sus esposas y los demás de su descendencia, arrancados de sus propios lugares, serán dispersados por todas las partes a través de todas las provincias de España, sometidos a perpetua servidumbre, entregándolas al servicio de aquellos a los que el rey ordenare, y no podrán bajo ningún pretexto recuperar de ningún modo su estado de hombres libres, mientras permanezcan en la obstinación de su infidelidad, los que fueron completamente infamados con la mancha de sus abundantes crímenes.”

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[1] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes parauna historia de la judeofobia. http://www.caiv.org/medios/historia_antisemitismo14073.pdf

[2] García Iglesias, Luis. Motivaciones de la política antijudía del reino visigodo en el siglo VII. dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2018675.pdf

[3] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes para una historia de la judeofobia.

[4] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes para una historia de la judeofobia.

[5] García Iglesias, Luis. Motivaciones de la política antijudía del reino visigodo en el siglo VII.

[6] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes parauna historia de la judeofobia.

[7] Colomer, Eusebio. Ramón Lull y el judaísmo. http://ibdigital.uib.cat/greenstone/collect/studiaLulliana/index/assoc/Studia_L/ulliana_/Vol010_f.dir/Studia_Lulliana_Vol010_f1_p005.pdf

[8] Vidal Manzanares, César. Prudencio: Los judíos en la obra de su padre hispano. http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:ETFSerie2-E766A122-EAB7-0590-8EBB-37BE40C3E695&dsID=Documento.pdf

[9] Cebrián, Juan Antonio. La aventura de los godos. http://es.scribd.com/doc/165157042/Cebrian-Juan-Antonio-La-Aventura-de-Los-Godos-pdf

[10] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes parauna historia de la judeofobia.

[11] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes parauna historia de la judeofobia.

[12] De los Rios, José Amador. Historia social política y religiosa de los judíos de España y Portugal. http://servidormix.com/~redejudi/images/livros/historiadelosjudiosdeespanayportugal.pdf

[13] CORDERO NAVARRO, Catherine. El problema judío como visión del «otro»

en el reino visigodo de Toledo. http://es.scribd.com/doc/78203946/El-problema-judio-como-vision-del-otro-en-el-reino-visigodo-de-Toledo-Catherine-Cordero-Navarro

[14] De los Rios, José Amador. Historia social política y religiosa de los judíos de España y Portugal.

[15] Orlowski, Sabrina Soledad. FIDELES REGIS EN EL REINO VISIGODO DE TOLEDO: APROXIMACIONES PARA SU ESTUDIO DESDE LAS PRÁCTICAS RECIPROCITARIAS. revistas.um.es/mimemur/article/download/133401/123031

[16] Historia Antigua de la Península Ibérica. http://www.oposinet.com/historia/otros_documentos/HISTORIA_ANTIGUA_DE_LA_PENINSULA_IBERICA.pdf

[17] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

https://play.google.com/books/reader?id=0Mj41Zl8U58C&printsec=frontcover&output=reader&authuser=0&hl=es&pg=GBS.PA213

[18] Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

https://play.google.com/books/reader?id=0Mj41Zl8U58C&printsec=frontcover&output=reader&authuser=0&hl=es&pg=GBS.PA396

[19] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[20] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[21] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[22] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[23] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[24] Historia Antigua de la Península Ibérica.

[25] De los Rios, José Amador. Historia social política y religiosa de los judíos de España y Portugal.

[26] De los Rios, José Amador. Historia social política y religiosa de los judíos de España y Portugal.


Fuente: http://tradiciondigital.es/2013/11/25/ii-intentando-entender-el-s-vii-la-influencia-del-problema-judio-en-la-sublevacion-de-paulo/

viernes, 28 de noviembre de 2014

Glosario Sefardí

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A Adafina (esp.; dafina ): guiso para el almuerzo sabático de origen medieval hispanojudío, tradicional entre los sefardíes de la zona del estrecho de Gibraltar.

Adar: sexto mes del año judío. Tiene generalmente veintinueve días y su comienzo oscila entre el 1º de febrero y el 2 de marzo; en él cae la fiesta de Purim.

En los años embolismales o bisiestos se le añade un día, amén de un segundo adar de veintinueve días.

Alyah: significa "regreso". Es el término que se utiliza para indicar "el viaje de regreso" que realizan los judíos desde la diáspora a Israel.

Amidá: oración; se reza de pie y ocupa lugar central en los tres oficios diarios.

Amora: en un principio significaba "el que interpreta en público las palabras del sabio". Más tarde pasó a designar exclusivamente a los sabios del período de la elaboración de la Misna y del Talmud .

Asquenasí: perteneciente a la rama del judaísmo europeo afincada en su origen en países del norte de Europa y que tiene como lengua propia el yidis .

B Bar misvá: lit. 'hijo del precepto, sujeto al precepto', nombre que se da al varón judío de 13 años y por extensión a la ceremonia en que alcanza la mayoría de edad religiosa, tras de la cual se le considera responsable de sus acciones y está obligado a cumplir los preceptos en general y el de ponerse los tefilín en particular.

Berajot (pl. de berajá): bendiciones y fórmulas de alabanza a Dios por los bienes que nos otorga; deben formularse al cumplir una prescripción ritual, al gozar de los sentidos corporales, en alegrías y tristezas, etc.

Berit milá: lit. 'pacto de la circuncisión'. Señal de la alianza del pueblo judío con Dios. .

Bet din: Tribunal rabínico cuyo origen se remonta a los tiempos bíblicos. Los judíos prefirieron muy a menudo a lo largo de la historia someterse a estos tribunales y no a los de los gentiles.

Bet haquenéset: lit. 'casa de reunión'; sinagoga.

Bet midrach: Escuela donde se estudia la Biblia y el Talmud. Ha sido uno de los espacios que ha permitido la supervivencia de la comunidad judía durante sus múltiples exilios.

Birz-milah: Término que se usa para designar la circucisión que simboliza la alianza con Dios. Esta circucisión se realiza el octavo día tras el nacimiento.

C Cábala: Corriente esotérica del misticismo judío. Tuvo su apogeo al final de la Edad Media, con la difusión del libro Zohar , la obra por excelencia de la mística judía.

Cadís: oración en arameo de alabanza y glorificación a Dios y de esperanza en el establecimiento del reino de Dios en la tierra; su recitación separa los distintos segmentos del rezo sinagogal y asimismo deben recitarla las personas de luto.

Cal nidré: lit. 'Todos los votos'; palabras iniciales que dan nombre a la plegaria de anlación de votos que se recita al inicio del servicio de Yom Quipur .

Caser: apto, lícito según la ley judía.

Cholent (yd.): guiso asquenasí para el almuerzo sabático.
D Dayan: Juez del tribunal rabínico.

Diáspora: Voz de origen griego y que significa "dispersión". Se usa para designar, en general, a los judíos instalados fuera de Israel. La diáspora judía mantiene vínculos muy estrechos con el Yisuv .

Dinar: Unidad monetaria de denominación romana utilizada en Israel.

Donme: Voz de origen turco que significa "convertido". En el siglo XVII se aplicó, sobre todo, a las familias que se convertían al islam para escapar de las persecuciones pero que mantenían en su vida privada la fe y los rituales judíos.

E Elul: duodécimo y último mes del año judío. Tiene veintinueve días y su comienzo oscila entre el 8 de agosto y el 6 de septiembre; por preceder a las conmemoraciones solemnes del mes de tisrí , es tiempo de recogimiento y devoción.

Etrog: toronja; fruto de uso litúrgico en la festividad de Sucot , que se blande junto con el lulab en las procesiones que tienen lugar en las sinagogas.

Éxodo (Salida de Egipto): Uno de los acontecimientos más importantes en la historia religiosa judía. Simboliza el abandono de la esclavitud y la elección de la libertad.

F Fariseos: Era el partido judío más influyente durante el periodo del segundo Templo. Sus miembros seguían la Ley judía de una manera muy estricta.

G Gentiles: Término que los judíos y los primeros cristianos usaban para designar a los no judíos y que significa "los de las naciones".

Guemará: estudio, discusión, comentario, interpretación, etc. de la Misná que constituye la parte más extensa del Talmud y recoge la ley oral formulada por varias generaciones de amoraítas en las academias rabínicas de Palestina (Israel) y de Babilonia (Mesopotamia).

Gueto: El término "gueto" se utilizó por primera vez en 1516 para designar los barrrios en los que se confinó a los judíos en Venecia. En España se adoptó la palabra "judería".

H Habdalá: lit. 'separación, diferenciación'; ceremonia al término de sábados y días festivos para separar el día santo que acaba del profano que comienza.

Hagadá: narración del éxodo de Egipto formada por pasajes de la Biblia , del Midrás y de otras fuentes rabínicas, junto con plegarias, himnos y cánticos, que es preceptivo leer en el séder de Pésah en cumplimiento del precepto de «narrarás a tu hijo» (Éxodo 13:8); también recibe el mismo nombre (pl. hagadot) el libro que la contiene.

Hakham: "Hombre sabio". Título dado a algunos rabinos.

Halakha: Este término, que en hebreo significa "paseo", designa la marcha correcta por el camino recto. Los principios que lo rigen se encuentran en las leyes dictadas por los sabios del Talmud.

Hamín: guiso para el almuerzo sabático propio de los sefardíes de los Balcanes y del Mediterráneo oriental.

Hanucá: festividad menor en que se conmemora la purificación del Templo tras la victoria de los macabeos sobre los griegos seléucidas en el año 165 a .e.c.; se inicia el 25 del mes de quislev y dura ocho días, durante los cuales es preceptivo encender una hanuquiyá

Hanuquiyá: lámpara de ocho candelas alineadas y una novena auxiliar, que es preceptivo encender en Hanucá .

Haróset: pasta o salsa hecha con frutas machacadas, especias y vino, en la que se untan algunos alimentos simbólicos del séder de Pésah .

Hazán: cantor oficiante de sinagoga.

Hebrá Cadisá: lit. 'Cofradía Santa', nombre que recibe la asociación voluntaria que se ocupa de la preparación de los ritos funerarios y del enterramiento.

Hesván: segundo mes del año judío; tiene veintinueve o treinta días y su comienzo oscila entre el 6 de octubre y el 4 de noviembre.

Hosaaná rabá: nombre que recibe el séptimo día de la fiesta de Sucot , el cual se diferencia de los restantes por tener una liturgia específica que se inicia con una vigilia.

Hosaanot (pl. de hosaaná): lit. 'hosanas'; oraciones que se recitan durante las procesiones de Sucot .

Hupá: en las bodas, baldaquino o palio nupcial bajo el cual se sitúan los contrayentes.

Huquim (pl.): lit. "estatutos divinos"; son las leyes no explicadas en el texto bíblico.

I Israel: "El que lucha con Dios" es el sobrenombre dado pro Dios a Jacob, patriarca de las doce tribus; tiene los dos significados de la expresión "luchar con", es decir, con y en contra.

Iyar: octavo mes del año judío, tiene veintinueve días y su comienzo oscila entre entre el 12 de abril y el 11 de mayo.

J Judaísmo conservador: La corriente ideológica más importante del judaísmo americano durante el siglo XIX. Se opone a la corriente reformada que permite adaptar la Torá al os tiempos.

Judaísmo reformado (o judaísmo liberal): Corriente ideológica liberal que tiene en cuenta la evolución de la Historia y permite a sus miembros aportar los cambios necesarios, con el fin de llegar a una práctica que no suponga ninguna cortapisa para integrarse en el mundo moderno.

Judío: El origen de esta palabra se remonta a los hebreos del siglo VI a.C. pertenecientes a la tribu de Judá y que tomaron el nombre de "miembros de la tribu", es decir, yehudim .
K Kaser: Palabra que designa al conjunto de leyes relativas a la pureza y que afectan tanto a los alimentos y su modo de prepararlos como a los métodos para purificarlos.

Ketuba: Contrato matrimonial que recoge todas las obligaciones del marido con respecto a su esposa.
L Ladino: Voz con muchas acepciones, y todas procedentes de la España medieval; dialecto hispanocristiano no árabe; persona que además de su lengua vernácula habla otra; judeoespañol; lengua litúrgica sefardí; por extensión, sefardí.

Lulab: hoja de palma rodeada de mirto y sauce de uso litúrgico en la festividad de Sucot, que se blande junto al etrog en las procesiones que tienen lugar en la sinagoga.

M Macabeos (Libro de los): Se trata de cuatro obras apócrifas, dos de las cuales forman parte del Antiguo Testamento, y se las clasifica dentro de los libros sagrados.

Maguen David: "El escudo de David". Es la conocida estrella de seis puntas, símbolo religioso y nacional del pueblo judío.

Mahzor: libro de oraciones, especialmente el de los días solemnes y de las festividades mayores.

Maror: hierba amarga; uno de los alimentos simbólicos del séder de Pésah .

Marrano (esp.): converso judaizante.

Masá (pl. masot): pan cenceño, a modo de torta aplastada o de oblea, que es preceptivo comer durante la fiesta de Pésah en lugar de pan leudado.

Massorah: Guía que recoge todos los comentarios necesarios para que el creyente realice una correcta "lectura santa de la Biblia ". Su objetivo principal es homogeneizar las distintas interpretaciones del Libro sagrado.

Matzá o pan ácimo: harina de trigo amasada con agua pura sin ningún agente fermentativo. En la festividad del Pésaj los judíos celebran la salida de sus ancestros esclavos de Egipto y se abstienen de consumir cualquier masa de harina fermentada. La harina de matzá no es otra cosa que pan ácimo molido muy fino y que sirve para emplear en cocina y repostería.

Meguilá (pl. meguilot): cada uno de los cinco rollos o libros bíblicos de Cantares ,Rut , Lamentaciones , Eclesiastés y Ester ; especialmente el último, que para su lectura ritual en la fiesta de Purim se escribe en un rollo de pergamino más pequeño que el séfer Torá y enrollado en una sola vara.

Mezuzá: estuche alargado que contiene un pergamino enrollado en el que están escritos dos pasajes alusivos de la oración de la Semá (Deuteronomio 6:49 y 11:13-21) y que es preceptivo fijar en las puertas, en la parte superior de la jamba derecha.

Micvé: estanque de agua para la purificación ritual por inmersión.

Midrás (pl. midrasim): sistema de comentario del texto bíblico que contiene interpretaciones analógicas, parabólicas, alegóricas y otro material agádico, expuesto con intención homilética o exegética; también cada una de las compilaciones de ley oral que recoge ese tipo de interpretación; con mayúscula Midrás es el género literario.

Miskan: Tabernáculo itinerante que los hebreos llevaron consigo cuando abandonaron Egipto.

Misná: lit. 'enseñanza; repetición'; compilación canónica de la ley oral, formulada por varias generaciones de tanaítas y ordenada a finales del siglo II, que recoge y especifica las reglas de la Torá o ley escrita; se divide en seis «órdenes» y éstos en un total de sesenta y tres tratados.

Misvá (pl. misvot): cada uno de los preceptos jurídicoreligiosos que en número de 613 -248 positivos o mandatos y 365 negativos o prohibiciones- regulan la conducta del judío observante.

Mohel: circuncidador.

N Nisán: séptimo mes del año judío. Tiene treinta días y su comienzo oscila entre el 13 de marzo y el 11 de abril; en él cae la fiesta de Pésah .

Nisuín: esponsales.
P Parve (yd.): lit. 'neutro'; alimento que puede consumirse tanto con la carne como con la leche.

Perasá: cada una de las secciones o perícopas en que se segmenta la Torá o Pentateuco para su lectura litúrgica en las sucesivas semanas del año.

Pésah: Pascua; una de las tres festividades mayores, de peregrinación en tiempos bíblicos, en que se conmemora el éxodo israelita de Egipto y la liberación del cautiverio. Comienza el 15 del mes de nisán y dura ocho días, en los que es preceptivo comer pan cenceño o masá y eliminar todo rastro de levadura o hamés ; la celebración casera se inicia con la ceremonia del séder .

Purim: festividad menor en que se conmemora la salvación milagrosa de los judíos en la Persia del rey Asuero según se relata en el libro bíblico de Ester; tiene lugar el 14 del mes de adar y su celebración ofrece rasgos de carácter carnavalesco.
Q Quetubá (pl. quetubot): contrato matrimonial.

Quidús: rezo de santificación sobre una copa llena de vino con el que se inician las comidas del s abat y de las fiestas.

Quidusín: consagración del matrimonio.

Quipá: solideo.
R Rab (rabí, lit. 'mi maestro'): rabino.

Rabino: "Maestro". Título dado a las personas capacitada para explicar y enseñar la Ley judía.

Ros Hasaná: lit. 'Principio del año'; festividad solemne de comienzo del año que conmemora la creación del mundo y el sacrificio de Isaac. Se celebra los días 1 y 2 del mes de tisrí, con los que se inician los diez días penitenciales que culminan enYom Quipur ; su ceremonia más llamativa es el toque del sofar en el servicio de la mañana.

S Sabat: sábado, una de cuyas principales observancias es la del descanso, estando prohibido encender fuego, realizar cualquier trabajo, etc.; su inicio en el hogar lo marca la ceremonia de encendido de velas o candiles.

Sabuot: Pentecostés; una de las tres festividades mayores, de peregrinación en tiempos bíblicos, en la que se conmemora la revelación de la ley a Moisés en el Sinaí. Comienza el 6 de siván al final de la cuenta del ómer , es decir, siete semanas después del segundo día de Pésah , y dura dos días.

Sandac: padrino, el que sostiene al niño durante la circuncisión, recibiéndolo de manos de la sandaquit .

Sebat: quinto mes del año judío: tiene treinta días y su comienzo oscila entre el 2 y el 31 de enero.

Séder: lit. 'orden'; así se denomina la ceremonia ritual de la cena de Pésah durante la cual se recitan o cantan varias bendiciones y plegarias, se comen la masá y elmaror untado en haróset , se bebe vino, se recita la Hagadá y, entre medias, se cena.

Sefarad: región geográfica identificada desde tiempos medievales con la Península ibérica. En hebreo es la ambigua denominación tanto del conjunto o de cada uno de los reinos hispanos medievales, como de la España unitaria posterior.

Sefardí: judío originario de Sefarad; también la lengua hispana propia de los sefardíes, denominada corrientemente judeoespañol o ladino.

Séfer (pl. sefarim): libro; denominación abreviada del séfer Torá.

Séfer Torá: largo rollo de pergamino, sujeto por sus extremos a sendas varas, en el que para fines litúrgicos está escrito por mano de sofer el texto de la Torá.

Sehitá: degüello de animales para el consumo conforme a la ley judía, que debe realizar un sohet .

Sekel: Unidad monetaria del Estado de Israel.

Semá: oración principal de la liturgia considerada como la profesión de la fe judía.

Sibá: lit. 'siete'; período de luto mayor que deben guardar los parientes cercanos durante los siete días que siguen al enterramiento.

Sidur: libro de oraciones de la liturgia de diario.

Simhat Torá: lit. 'Alegría de la Torá '; festividad en la que se celebra la conclusión del ciclo anual de lectura litúrgica de la Torá y el inicio de un nuevo ciclo; tiene lugar el 23 del mes de tisrí , tras Sucot y en ella se pasean los sefarim en festiva procesión.

Siván: noveno mes del año judío. Tiene treinta días y su comienzo oscila entre el 11 de mayo y el 9 de junio; en él cae Sabuot.

Sofar (pl. sofarot): instrumento de viento hecho con un cuerno de carnero vaciado, que se toca en Ros hasaná y en otras ocasiones solemnes de la liturgia.

Sohet: degollador de animales conforme a las leyes de la sehitá .

Sucá (pl. sucot): lit. 'tabernáculo'; cabañuela construida en la festividad de Sucot. 

Sucot: fiesta de las Cabañuelas o de los Tabernáculos; una de las tres festividades mayores, de peregrinación en tiempos bíblicos, en que se conmemora la travesía de los israelitas por el desierto durante cuarenta años, habitando en tiendas o tabernáculos, hasta llegar a la tierra prometida; comienza el 15 de tisrí y dura una semana, en la que es preceptivo residir o sentarse a comer en cabañas construidas al efecto en jardines o terrazas.

T Tahor: lit. 'puro'.

Taled: (esp.): manto de oración.

Tamé: lit. 'impuro'.

Talmid hajam: lit. 'discípulo de sabio'; erudito y estudioso rabínico.

Talmud: compilación canónica de la ley oral recogida en el Misná y otras fuentes rabínicas clásicas y desarrollada por los amoraítas en la dos redacciones finales de la Guemará : la del Talmud palestino (siglo IV) y la del babilónico (sigloVI).

Talmud-Torá: Institución escolar equivalente a una escuela o colegio.

Tamuz: décimo mes del año judío; tiene veintinueve días y su comienzo oscila entre el 10 de junio y el 9 de julio.

Tanna: Término que se usa para designar a los sabios que intervinieron en la redacción de la Misna .

Tebet: cuarto mes del año judío; tiene veintinueve días y su comienzo oscila entre el 4 de diciembre y el 2 de enero.

Tefilín: filacterias; par de estuchitos cúbicos de cuero que contienen cuatro pasajes alusivos de la Torá ( Éxodo 13: 1-10 y 11-16. Deuteronomio 6:49 y 11: 13.21) escritos sobre pergamino que se prolongan en unas correas con las que se fijan en el brazo izquierdo y en la cabeza. Es preceptivo para varones de trece años cumplidos ponerse los tefilín durante el servicio de la mañana en días no festivos.

Terefá: no apto, ilícito según las leyes dietéticas judías.

Tesubá: arrepentimiento, penitencia.

Tisábeab: 9 de ab; día de ayuno mayor, duelo y quebranto del alma que rememora la destrucción del Templo y otras calamidades de la historia judía clásica.

Tisrí: primer mes del año judío. Tiene treinta días y su comienzo oscila entre el 6 de septiembre y el 5 de octubre; en él caen Ros hasaná, Yom Quipur y Sucot .

Torá: Pentateuco y libro o rollo en el que está escrito; en general, el código mosaico y la doctrina del judaísmo que la tradición considera revelados en el Sinaí, tanto la ley escrita, fijada en la Biblia , como la ley oral, transmitida de maestro a discípulo y fijada en diversas recensiones.

Torá se-beal Peh: La Tora oral. Comprende los comentarios de la Torá contendiso en la Misna , el Talmud y el Midrach .
Y Yesiva: Academia talmúdica de estudios superiores de la Torá , la Misna y el Talmud.

Yídico: La lengua de los judíos askenazíes, resultado de la fusión del hebreo y el alemán.

Yidis (yd. Yiddish): lengua con elementos hebraicos, germánicos, eslavos, etc., hablada y escrita por los judíos asquenasíes.

Yom Quipur: lit. 'Día del perdón o de la expiación'. La más solemne y respetada conmemoración del año litúrgico, dedicada al arrepentimiento y a la expiación de los pecados; tiene lugar el 10 del mes de tisrí , culminando los diez días penitenciales iniciados en Ros hasaná; su celebración exige ayuno y mortificación, abstención de toda actividad material y dedicación exclusiva a la oración y al cuidado del alma.

Z Zeroa: hueso con carne cocido que se pone en plato del séder .

Fuente: http://www.toledosefarad.org/JUDERIA/glosario.php

En tiempos de los Visigodos: la influencia del problema judío en la sublevación de Paulo (I)

Entiendo indispensable para procurar el entendimiento de un momento y de unas actuaciones históricas que intentemos aclarar la situación del llamado problema judío en la España Visigoda. 

Puede parecer algo extraño, como extraño le pareció al autor de este artículo encontrarse con este asunto en el estudio de una sublevación, pero resulta de vital importancia para comprender la misma.

Se ha hablado mucho de la marginación que ha sufrido el pueblo judío, y en ocasiones se ha hablado de forma equívoca. Intentaremos ser prudentes y procuraremos ajustarnos al máximo a los hechos. También procuraremos averiguar si existe el pueblo judío.

La verdad es que, en España, y hasta momentos concretos de la historia, “Los judíos no estaban confinados en un barrio reservado. Es verdad que habían conservado la costumbre de agruparse alrededor de la sinagoga. Existían por lo tanto barrios judíos, pero aparecieron tardíamente hacia el fin del siglo X.” [1]

Como vemos, es un autor judío militante quién nos señala el camino para lograr comprender la situación de lo que conocemos como “gueto”. Se agrupaban alrededor de la sinagoga. Para entendernos en términos modernos, el “gueto” sería algo así como un barrio exclusivo de un sector social con un poder adquisitivo alto, que se agrupa, relativamente apartado de los demás, en base justamente a ese poder económico. Hoy podríamos pensar en las urbanizaciones que están ubicadas alrededor de las ciudades.

Si de ahí surgen algunas otras cuestiones es algo que también habrá que dilucidar. Al respecto, algunos historiadores destacan que “al hablarnos del problema judío en el reino visigodo, y ello de una manera más o menos clara y tajante, que los judíos constituían una minoría social inasimilada; que eran diferentes y “no encajaban en la organización social del momento”… que constituían una raza aparte… ¿pudieron actuar los celos económicos de toda la sociedad hispanovisigoda hacia una minoría escandalosamente rica?”[2]

Esta es una pregunta que escapa al ámbito de este artículo… y a la voluntad de su autor. No obstante, ahí queda la cuestión.

Y en lo relativo a otros aspectos; ¿cómo queda el hecho de la libertad humana de los judíos dentro del mundo visigodo? Decididamente, los judíos “Eran más libres que los siervos y que muchos burgueses. Además, y esto era lo importante, la situación jurídica de los judíos no los rebajaba. No eran tratados a modo de parias; no estando cargados de ningún menoscabo civil o profesional, no quedaban excluidos de la sociedad. A los ojos de sus contemporáneos aparecían como uno de los múltiples engranajes de la sociedad.” [3]

Vamos, poco más hay que decir… Sencillamente eran un engranaje más de la sociedad.

“La diferencia primaria entre judíos y cristianos estriba en el reconocimiento de Cristo como el Mesías y su carácter divino como hijo de Dios y concebido por una virgen, y además en que los judíos siguen los preceptos de la Torá sin los cambios introducidos por los Evangelios.” [4]

“No constituían una raza definida, con una situación jurídicamente inferior a la de los godos y los hispanorromanos. Conviene insistir en ello. Hablar de una raza judía sería como referirse a una raza cristiana. ¿Qué podría quedar de su sangre semítica en gentes dispersas desde siglos, que no excluían, incumpliendo las leyes, el matrimonio mixto y dedicadas además al proselitismo?… De la raza no es posible salir, y los judíos podían hacerlo de su condición judía con un acto de voluntad y un rito; es decir, con sólo hacerse cristianos.”[5]

“Desde muchos puntos de vista, los judíos eran vistos y admitidos como hombres de la misma manera que los demás hombres. No eran objeto de ninguna verdadera discriminación social o económica.” [6]

Sin embargo, hay algo que no se oculta a nadie: En el reino visigodo… y hasta el siglo XVI, se sufrió un gran problema en España; un problema que, al estudiar la rebelión del Dux Paulo brilla con luz propia: el problema judío. ¿Y qué es el problema judío? Creo que como tal se puede entender la voluntad de un grupo de personas por no comprometerse con una sociedad de la que por naturaleza forma parte. El orgullo de sentirse diferentes a los demás, que les lleva a tener el estatuto de extranjero aún siendo naturales del lugar; que prefieren pagar un impuesto especial por el hecho de ser residentes extranjeros antes que sentirse igual que los vecinos con quienes conviven y de los que no les diferencia nada, ni la sangre, ni la raza, porque la raza se halla diluida después de generaciones de cruce racial. Sólo les diferencia del resto de la sociedad su voluntad de ser diferentes, de mantenerse al margen, de influir sobre la vida social sin que ello les reporte obligaciones a ellos… porque ellos tienen sus particularidades.

El problema judío, así, no existe; existe el problema creado por un grupo de personas privilegiadas y en busca de privilegios, que exige la existencia de dos varas de medir: una para ellos y otra para los demás. Es la imposición de una oligarquía sobre la generalidad de la población.

“En la época visigoda la presencia de los judíos en la vida peninsular adquiere un relieve inusitado. Sus riquezas y sus ocupaciones les atraen el odio del pueblo. Por otro lado, a partir de la conversión de Recaredo al Catolicismo la Monarquía visigoda emprende un camino de unificación religiosa que necesariamente había de tropezar con la resistencia de los judíos. El punto culminante de esta política es el edicto de Sisebuto (612-613) que pone a los judíos ante e1 dilema de abrazar el Cristianismo o emigrar.”[7]

Lugar común es afirmar que las riquezas y ocupaciones atraen el odio del pueblo. Afirmación que personalmente no llego a asumir, porque romanos ricos existieron… y como existieron romanos ricos, también existieron ricos de otras razas. ¿Que la concentración de esa cualidad con la de recaudadores de impuestos y con la de usureros diese lugar a recelos y enemistades? Ahí sí lo entiendo, pero… ¿qué similitudes podemos encontrar entre los “judíos” de la edad media y los banqueros de hoy?

En todas estas cuestiones, en la Edad Media y en la Edad Moderna, se identificaba al judío como responsable. Al judío, no como raza, sino como banquero.

Personalmente siento gran admiración por un personaje que vivió los peores momentos del desencuentro con el “pueblo” judío; “Ni ser romano, ni recibir una educación clásica, ni haber nacido en España ni, mucho menos, ser cristiano implicaron en Prudencio un volcarse hacia posturas anti-judías. Todo lo contrario. Como muchos otros hispanos, en él vibró la admiración y la gratitud por el legado pasado de Israel, latió la preocupación por su actual dispersión y por el proceso —aparentemente inevitable— de la asimilación de sus hijos con todo lo que ello implicaba de renuncia a su peculiaridad cultural y espiritual y sonó también la condena de cualquier actitud de violencia hacia los judíos por el hecho de serlo. Esa no era sino una conducta que sólo podía merecer, a ojos del creyente, una repulsa moral sancionada por el Creador.”[8]

El devenir de la historia enfrentó en España a los godos con los hispano-romanos; siglos de lucha llevaron a entroncarse como un solo pueblo, como siglos de historia hicieron entroncarse a las diversas razas que vinieron a España. Mientras tanto, una clase social, tan mezclada racialmente como las otras, se mantenía ahí, ajena, sin comprometerse en empresas que implicasen riesgo, alejados de la agricultura, de la ganadería, ocupándose de tareas que permitiesen abandonar el lugar si venían mal dadas.

Esa situación debía abocar, inexorablemente, a una toma de medidas por parte de la sociedad; medidas que quedaron plasmadas en los Concilios de Toledo… Como hoy mismo, en el siglo XXI, habrá que hacer en algún momento con la actuación de la banca y de las grandes corporaciones en relación con sus “clientes”, o siervos.

Unas leyes como las reflejadas en los Concilios no surgen porque sí. La cuestión es que estamos tocando un momento histórico particularmente oscurantista en el que sólo capítulos como los concilios de Toledo dan algo de luz.

Debemos notar que la Edad Media, que en tantísimas cosas se parece al tiempo que ahora mismo estamos viviendo, adolecía de lo que hoy mismo se adolece: cultura, transparencia, claridad en las exposiciones…, y en el tratamiento de la libertad, el parecido tampoco es precisamente pequeño.

Como muestra de la situación que tiene la Edad Media con relación a otras épocas donde brillan otros conceptos, podemos observar el hecho que ahora nos ocupa: La rebelión de Paulo, y compararlo con el hecho que le precede en este estudio que estoy realizando sobre los movimientos centrífugos: Sertorio.

Resulta que Sertorio fue protagonista de unos hechos acaecidos siete siglos antes que Paulo, y hoy resulta mucho más fácil estudiar a Sertorio que a Paulo. Hay muchos más datos registrados; investigaciones realizadas por historiadores, en los momentos cercanos a los hechos protagonizados por Sertorio, ochenta años antes de Cristo, que en los relacionados con Paulo, 673 años después de Cristo.

En ese oscurantismo, estamos faltos de datos para saber qué fue lo que provocó las medidas antijudías plasmadas en los Concilios de Toledo. Podemos entrever… podemos suponer… pero no podemos afirmar. Por eso, es muy arriesgado también afirmar que “el rey Sisebuto ha pasado a la historia como uno de los exponentes de la intransigencia católica con su intento de que toda la población de su reino fuera de esa confesión.”[9]

Nos parecen duras las medidas, sí; también nos parecerán inaceptables otras medidas ordenadas por los concilios en las que se ordenan hechos inhumanos como retirar los niños judíos de la custodia de sus padres (por cierto, retirar los hijos a sus padres es una medida que hoy se está aplicando por parte de los servicios sociales sobre un sector desprotegido de la población). Medidas inaceptables, sin duda, pero que nunca deben cerrarnos los ojos para la observación de la totalidad, ni deben anularnos para juzgar con inteligencia las actuaciones que con tales medidas se quieren reconducir.

Lo que quiero señalar, insisto, es que el rechazo de medidas tan reprochables como las que estamos comentando, no tienen por qué avalar las actuaciones que tales medidas pretenden cortar. Admitir que las medidas tomadas sean inaceptables no debe comportar aprobar lo que éstas combaten.

Lo que a más de milenio y medio de distancia se deduce es que el Concilio III de Toledo, es esencial para España, aunque la ideología judaica (recuerdo que no es raza) lo vea desde otro ángulo y señale que “El catolicismo se convierte en el único credo. Con ello se ha abierto el camino para el desarrollo futuro. Fue el golpe del destino más duro que cayó sobre los judíos de Europa.” [10] Pero la verdad es que no se trata de una legislación estrictamente antijudía, porque “Se inicia una política dura, dirigida contra los paganos, los arrianos y los fieles a la religión judía. Debe crearse una España católica unida en la que no haya lugar para los disidentes.” [11]

Ahí si, parece, vamos dando un poco de luz al asunto. La del Concilio III de Toledo no es una legislación antijudía, sino la búsqueda de una España unida, que a tenor de los tiempos, debe ser de signo católico.

Once de los concilios de Toledo tratan del problema judío, pero no es un asunto que pueda ser considerado estrictamente visigodo, ya que el Concilio de Elvira, de los años 303 a 309, ya se ocupa del asunto, que también tiene reflejo en el Código Teodosiano (438) y en el Breviario de Alarico (506).

Pasando el tiempo, en el reinado de Sisebuto (612-621) se puede fechar lo que ha sido calificado como “persecución religiosa contra los judíos” en el reino visigodo, un hecho que podemos señalar como forzado por Heraclio, emperador de Constantinopla. El año 612 se comenzó por prohibirles tener esclavos, así como los matrimonios mixtos. Como consecuencia de estas medidas hubo exilio de “judíos” a la Galia.

______________________________________________________

[1] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes parauna historia de la judeofobia. http://www.caiv.org/medios/historia_antisemitismo14073.pdf

[2] García Iglesias, Luis. Motivaciones de la política antijudía del reino visigodo en el siglo VII. dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2018675.pdf

[3] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes para una historia de la judeofobia.

[4] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes para una historia de la judeofobia.

[5] García Iglesias, Luis. Motivaciones de la política antijudía del reino visigodo en el siglo VII.

[6] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes parauna historia de la judeofobia.

[7] Colomer, Eusebio. Ramón Lull y el judaísmo. http://ibdigital.uib.cat/greenstone/collect/studiaLulliana/index/assoc/Studia_L/ulliana_/Vol010_f.dir/Studia_Lulliana_Vol010_f1_p005.pdf

[8] Vidal Manzanares, César. Prudencio: Los judíos en la obra de su padre hispano. http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:ETFSerie2-E766A122-EAB7-0590-8EBB-37BE40C3E695&dsID=Documento.pdf

[9] Cebrián, Juan Antonio. La aventura de los godos. http://es.scribd.com/doc/165157042/Cebrian-Juan-Antonio-La-Aventura-de-Los-Godos-pdf

[10] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes parauna historia de la judeofobia.

[11] Garzón Serfaty, Moisés. Apuntes parauna historia de la judeofobia.

[12] De los Rios, José Amador. Historia social política y religiosa de los judíos de España y Portugal. http://servidormix.com/~redejudi/images/livros/historiadelosjudiosdeespanayportugal.pdf

[13] CORDERO NAVARRO, Catherine. El problema judío como visión del «otro»

en el reino visigodo de Toledo. http://es.scribd.com/doc/78203946/El-problema-judio-como-vision-del-otro-en-el-reino-visigodo-de-Toledo-Catherine-Cordero-Navarro

[14] De los Rios, José Amador. Historia social política y religiosa de los judíos de España y Portugal.

[15] Orlowski, Sabrina Soledad. FIDELES REGIS EN EL REINO VISIGODO DE TOLEDO: APROXIMACIONES PARA SU ESTUDIO DESDE LAS PRÁCTICAS RECIPROCITARIAS. revistas.um.es/mimemur/article/download/133401/123031

[16] Historia Antigua de la Península Ibérica. http://www.oposinet.com/historia/otros_documentos/HISTORIA_ANTIGUA_DE_LA_PENINSULA_IBERICA.pdf

[17] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

https://play.google.com/books/reader?id=0Mj41Zl8U58C&printsec=frontcover&output=reader&authuser=0&hl=es&pg=GBS.PA213

[18] Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

https://play.google.com/books/reader?id=0Mj41Zl8U58C&printsec=frontcover&output=reader&authuser=0&hl=es&pg=GBS.PA396

[19] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[20] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[21] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[22] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[23] Concilio VIII de Toledo. Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

[24] Historia Antigua de la Península Ibérica.

[25] De los Rios, José Amador. Historia social política y religiosa de los judíos de España y Portugal.

[26] De los Rios, José Amador. Historia social política y religiosa de los judíos de España y Portugal.

Fuente: http://tradiciondigital.es/2013/11/25/ii-intentando-entender-el-s-vii-la-influencia-del-problema-judio-en-la-sublevacion-de-paulo/
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