lunes, 2 de diciembre de 2013

La Mágica Sierra de Layos

A pocos kilómetros al sur de la ciudad de Toledo, la Sierra Mágica de Layos guarda secretos, misterios y tesoros. La leyenda dice que unos campos de olivos protegen los montes sagrados.

(Imagen de la Sierra de Layos.)

Según se llega a Toledo, desde Madrid, nada más pasar junto a Olías, llama la atención la visión, tras la antigua ciudad, como a modo de decorado, de un monte solitario que visto desde ese punto tiene una cierta forma piramidal, aunque algo redondeado. Parece más cercano de lo que realmente está, aunque tampoco es mucha la distancia, pues se encuentra a menos de veinte kilómetros. 

En la conocida como Sierra de Layos, monte al que relacionan con ciertas leyendas, tan en conexión con Toledo, como la de la Mesa del Rey Salomón y el Grial. En relación a restos arqueológicos, se ha documentado un poblado en altura de la Edad del Bronce -dentro de lo que se conocen como "motillas" o "castellotes" del Bronce Manchego- y la presencia de un santuario dentro de una cueva, que los naturales de Ajofrín conocen como La casita de los lobos.



Porque en la Invasión de los musulmanes en la Península Ibérica tuvo lugar un hecho curioso, y es que la trayectoria que llevaban los invasores no era al azar, conquistando cualquier ciudad hispánica, sino que se dirigieron rápidamente a la ciudad de Toledo, para apoderarse de todos los tesoros sagrados y de poder de la Cristiandad, especialmente de la Mesa de Salomón.

El Cerro Layos es una sima sagrada, que vista desde el olivar de Ajofrín presenta el perfil perfecto de un dragón acostado. Es un lugar sagrado desde el Paleolítico, varios yacimientos arqueológicos del término están a su alrededor, así como diversas necrópolis confirman la reverencia que provocaba desde la antigüedad en sus primitivos pobladores. No es extraño que su emplazamiento fuera escogido para enterrar tesoros por los visigodos. Ajofrín es uno de los pueblos más antiguos del Reino de Toledo y eso es decir mucho.

Su Historia está plagada de misterios y enigmas. Está vinculado a leyendas y tradiciones donde se describen dos objetos sagrados y misteriosos, la Mesa de Salomón y el simbólico Grial. La etimología de Ajofrín, proviene del vocablo árabe “Aljofarín” ( Tesoro, Aljófar), recordemos que la Mesa, era rica en “aljófar”, pero por si esto fuera poco. Un fragmento del citado Castillo de Faras, de la leyenda, podría ser, la conocida como “Cárcel Visigoda” por parte de los Ajofrineros. En un documento de compraventa de un mozárabe del pueblo vecino de Mazarambroz, se cita una parcela de Ajofrín como colindante con “Castello de Fahr o Fhirias”. Esta parcela estaría situada en la cara del Cerro Layos que da a Ajofrín.

En relación a restos arqueológicos, se ha documentado un poblado en altura de la Edad del Bronce -dentro de lo que se conocen como "motillas" o "castellotes" del Bronce Manchego- y la presencia de un santuario dentro de una cueva, que los naturales de Ajofrín conocen como La casita de los lobos.

Existen restos arqueológicos de la época romana, estando la población sobre el camino que unía Emérita Augusta con Toletum.

A partir de 1278 aparece en documentos mozárabes, estando ya está incluido en la comarca de La Sisla. Perteneció a Toledo hasta el 1445, año en el que Juan II de Castilla se lo dona a Juan Carrillo de Toledo, Adelantado de Cazorla. Más tarde lo heredarían los López de Ayala, condes de Fuensalida.

El Cerro Layos es una sima sagrada, que vista desde el olivar de Ajofrín presenta el perfil perfecto de un dragón acostado. Es un lugar sagrado desde el Paleolítico, varios yacimientos arqueológicos del término están a su alrededor, así como diversas necrópolis confirman la reverencia que provocaba desde la antigüedad en sus primitivos pobladores. No es extraño que su emplazamiento fuera escogido para enterrar tesoros por los visigodos. Ajofrín es uno de los pueblos más antiguos del Reino de Toledo y eso es decir mucho. Su Historia está plagada de misterios y enigmas. 

Está vinculado a leyendas y tradiciones donde se describen dos objetos sagrados y misteriosos, la Mesa de Salomón y el simbólico Grial. La etimología de Ajofrín, proviene del vocablo árabe “Aljofarín” ( Tesoro, Aljófar), recordemos que la Mesa, era rica en “aljófar”, pero por si esto fuera poco. 

Un fragmento del citado Castillo de Faras, de la leyenda, podría ser, la conocida como “Cárcel Visigoda” por parte de los Ajofrineros. En un documento de compraventa de un mozárabe del pueblo vecino de Mazarambroz, se cita una parcela de Ajofrín como colindante con “Castello de Fahr o Fhirias”. Esta parcela estaría situada en la cara del Cerro Layos que da a Ajofrín.



"Dicen Utman y otros historiadores... Tarik pasó a Toledo, entró en la ciudad y preguntó por la Mesa, pues no le preocupaba otra cosa, ya que era la Mesa de Salomón, hijo de David, según decían las gentes del Libro. Y cuentan Yahya ibn Bukayr, según el testimonio de al-Layt ibn Sa´d: Fue invadido al-Andalus por Musa ibn Nusayr y tomó la Mesa de Salomón y la corona.

Dicen acerca de Tariq que la Mesa estaba en una fortaleza que se llama "Firas", a una distancia de dos días de Toledo, y a cargo de ella estaba un sobrino de Rodrigo que pidió el aman para él y para los suyos a Tariq. Este llegó hasta él y se lo concedió, siendo fiel al mismo.

Y le dijo: "¡Dame la Mesa!" y se la entregó.

La Mesa tenía una cantidad de oro y piedras preciosas como no se había visto jamás. Tariq le arrancó una pata con sus piedras preciosas y oro, colocando otra semejante en su lugar. Se estima que el valor de la Mesa era de doscientos mil por lo que tenía de oro y de piedras preciosas".

"Dijo Ibn Hayyan: Tariq se dirigió a Toledo, capital de la monarquía goda y la encontró vacía, pues sus habitantes habían huido y se habían refugiado en una ciudad que está al otro lado de las montañas. Reunió entonces a los judíos de Toledo, dejó en ella a algunos de sus compañeros y se marchó detrás de los que habían huido a Toledo.

Se encaminó hacia Wadi 1-Hiyara, luego se dirigió hacia el monte y le cruzó por el Fayy que lleva ahora su nombre. Y llegó a la ciudad de al-Ma´ida, tras el monte, referida a Salomón, hijo de David, Mesa que era de esmeralda, tanto sus bordes como sus pies que son trescientos sesenta y cinco".

Hay momentos en la Historia en los que las tramas del Secreto de Rennes le Chateau y La Cueva de Hércules de Toledo se cruzan. Cerca del año 1900 el párroco Sauniere se presentó en Toledo, buscando la Cueva de Hércules y la Mesa de Salomón.

Sin duda que fué muy interesante la estancia del cura Sauniere en Toledo. Con toda seguridad que Sauniere visitó la Catedral de Toledo, así como otros lugares mágicos y poderosos de la milenaria ciudad. Hablaría con una serie de personajes clave, conocedores de los secretos de Toledo, cargos eclesiásticos que al mismo tiempo militaban en herméticas órdenes ocultistas.

No sacando nada en claro de la capital toledana, el misterioso párroco de Rennes le Chateau se dirigió posteriormente a la zona mágica toledana de la Sierra de Layos, la cual se encuentra a poca distancia al sur de la ciudad de Toledo. Los Montes de Layos encierran una historia muy antigua de leyendas extraordinarias y de tesoros ocultos. Y Como dos columnas iniciáticas se levantan dos pueblos custodiando la Sierra Mágica: Layos y Ajofrín.



¿Adivinan cómo se llama la Iglesia del pueblo de Layos? ¡Bingo! Iglesia de Santa María la Magdalena. Y ¿cómo se llama la Iglesia del pueblo de Ajofrín? Pues igual, también, Iglesia de Santa María la Magdalena

¿Increíble, no? Ambas iglesias se llaman igual que la Iglesia rosacruz de Magdalena en Rennes le Chateau, que en su día regentó el cura Sauniere. Estas pistas confirman que estamos en una zona esotérica, mágica y de poder. (En la imagen la Iglesia del pueblo de Layos)

Fuentes: 
http://elorodelosdioses.blogspot.com.es/2010_02_26_archive.html

http://iberiamagica.blogspot.com.es/search?updated-max=2010-04-30T12:02:00-07:00&max-results=7&reverse-paginate=true

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